Hoy os muestro esta preciosa habitación pensada para un niño que ama los animales y la naturaleza. Lo mejor de este dormitorio es el poco dinero invertido y el resultado tan bonito que se ha conseguido.
Kristin ha trabajado durante meses para que su pequeño tuviera la habitación de sus sueños. En la decoración de este dormitorio se han intentado buscar textiles naturales o inspirados en la naturaleza, como las cortinas de bambú o el teepee, donde el pequeño se entretiene leyendo o jugando con sus animales de peluche.
Pero lo que más me gusta de este espacio es el poco dinero invertido. La mayoría de muebles de la habitación son recuperados, a excepción del mueble donde el pequeño guarda sus cuentos. Este dormitorio esta lleno de DIY, como la guirnalda que cuelga del teepee. Hace unas semanas os explicaba cómo decorar una habitación infantil con washi tape, Kristin ha hecho algo parecido en la pared de su hijo. Al lado de la librería, unas cestas para guardar los peluches y libros del pequeño.
Tanto a Kristin como al pequeño les encanta el blanco y negro, así que se optó por pintar paredes en blanco. Para zócalos y marcos se utilizó el negro. Uno de los armarios que había en la habitación se destinó a zona de trabajo, eliminando las puertas y colocando un antiguo escritorio de IKEA que pertenecía a Kristin. El taburete fue comprado en un mercado de segunda mano.
¡Y este es otro de los DIY de la habitación! Como al pequeño le encanta la naturaleza y los minerales, éstos se utilizaron como tiradores para una antigua cómoda.
Todo en esta habitación está hecho con mucho cariño. Se han utlizando tonos neutros y colores como el blanco y el negro, obteniendo como resultado un dormitorio infantil para niño muy acogedor, original y por muy poco dinero. ¿No os parece un espacio precioso?
¡Gracias!
(Fotos: www.bliss-athome.com)